Un reflejo de la biblioteca universitaria: «nuestro papel en la actualidad supone un reto apasionante»

Hemos tenido el placer de hablar con  Aurora Márquez Pérez,  Coordinadora de la Sección Proceso Técnico y Gestión Tecnológica de la Biblioteca de la Universidad de Cádiz, y Leonor Fernández Alfaro, Técnico de Gestión de Recursos de Información de la Sección de Normalización y Proceso Técnico Servicio Central de Biblioteca . Nos han hecho un breve recorrido por el devenir de la Biblioteca así como sus planes y retos de futuro.

 

¿Cuándo se crea la Biblioteca de la Universidad de Cádiz y cómo ha evolucionado desde entonces?

La biblioteca de la Universidad de Cádiz (UCA) tiene su origen en el siglo XVIII, principalmente en los fondos bibliográficos del Real Colegio de Cirugía de la Armada de Cádiz, de la Escuela de Pilotos y de las Escuelas Normales de Maestros y Maestras.

Cuando se crea la UCA en 1979, las bibliotecas se distribuyen por los distintos centros sin cohesión entre ellas. Es en la década de los 90 cuando nace la organización actual, creándose el Área de Biblioteca con una dirección única. Desde entonces nos hemos ido adaptando al crecimiento de la propia Universidad ampliando nuestros puntos de servicios a la totalidad de los Campus universitarios.

 

¿Cómo se estructura y organiza la BUCA? ¿Cuántas bibliotecas y servicios la componen?

La Biblioteca de la UCA está compuesta por una Dirección, un servicio centralizado con Secciones Técnicas (Administración, Colección y Patrimonio, Proceso Técnico y Gestión Tecnológica y Apoyo a la Investigación y Servicios) y 8 bibliotecas distribuidas en los 4 campus de la Universidad.

  • Biblioteca del Campus de Cádiz
    • Ciencias de la Salud
    • Enfermería y Fisioterapia
    • Humanidades
    • Ciencias Sociales
  • Biblioteca del Campus de Puerto Real:
  • Biblioteca de Campus
    • Ingeniería
  • Biblioteca del Campus de Jerez
  • Biblioteca Campus de Algeciras

 

¿Podéis hablar un poco de los fondos? ¿Qué destacaríais y por qué?

El fondo de la Biblioteca refleja la realidad bibliotecaria en el entorno universitario, una parte de documentos impresos, principalmente manuales básicos recomendados en los planes de estudio de las titulaciones,  junto a  una ingente colección electrónica, que cubre la necesidad de información de los investigadores, y que es el resultado de los sistemas de contratación realizados a partir de la primera década de los años 2000 por los Consorcios de bibliotecas también creados en estos años. En nuestro caso, es el Consorcio de Biblioteca Universitarias Andaluzas (CBUA) quien suscribe una importante parte de nuestra colección electrónica.

Esta realidad se refleja en las siguientes cifras, 849.121 documentos impresos junto a 600.000 títulos de e-monografías y 80.000 de e-revistas.

En relación a la temática de los fondos, aunque por la naturaleza de la UCA lógicamente es multidisciplinar, cabe destacar los fondos con temáticas especializadas en el mar en todos sus ámbitos, como apoyo a la Universidad Europea de los Mares (Sea-EU) proyecto coordinado por la UCA.

Mención aparte merece también nuestro fondo histórico formado por una colección de libros de materias científicas, técnicas y humanísticas, publicados entre los siglos XVI y XIX y cuyo origen, como hemos mencionado, se encuentra en los fondos bibliográficos del Real Colegio de Cirugía de la Armada de Cádiz, de la Escuela de Pilotos, de la Escuela Industrial, de Comercio y de Náutica y de las Escuelas Normales de Maestros y Maestras.

 

¿Qué papel tiene la biblioteca universitaria en el mundo digital y en la creencia de que todo está en accesible en la red?

Nuestro papel en la actualidad supone un reto apasionante, ya que partiendo de que nuestra función debe ser la misma que tenemos desde el origen de la profesión bibliotecaria, y que fundamentalmente no es otra que la de seleccionar, adquirir, preservar y difundir la información, ahora ésta por el crecimiento del mundo digital y su accesibilidad a través de la red, se convierte en un auténtico océano en el que es muy fácil perderse. Para evitar que esto ocurra se hace necesaria la labor de Content Curator del  bibliotecario del siglo XXI. Es verdad que Internet ha puesto a nuestro alcance contenidos casi ilimitados, pero es por eso que como expertos debemos valorar esa información y saber difundirla entre nuestros usuarios a través de los múltiples canales de comunicación que también la red nos ofrece.

Por otro lado, como biblioteca universitaria, es clave nuestro papel en el movimiento Open Access. Debemos promover entre nuestros investigadores los depósitos digitales en acceso abierto. Al mismo tiempo, también apoyarlos frente a las grandes empresas editoriales para que,  preservando sus derechos, se facilite la transición al acceso abierto.

 

Desde vuestra perspectiva ¿Qué papel debería tener la biblioteca universitaria antes los cambios sociales y tecnológicos? ¿Qué retos debe afrontar?

Ahondando en lo dicho anteriormente, la biblioteca, en su compromiso con la sociedad, debe tener un papel importante como impulsora de la ciencia abierta.

En la actualidad los cambios tecnológicos avanzan a un ritmo vertiginoso,  pero en nuestra opinión, los sociales-económicos no se producen al mismo nivel, provocando que las oportunidades nos sean las mismas para todos.  Para nosotras, como bibliotecarias, es un reto importante que debemos afrontar buscando vías de acercamiento de la información a toda la sociedad.

 

¿Están los profesionales preparados para ello?

Todos conocemos las competencias que debe tener un bibliotecario del siglo XXI, seleccionar, analizar, usar de forma ética la información…, pero desde nuestra perspectiva, en lo que tenemos que estar realmente preparadas “sin morir en el intento” es en tener capacidad para adaptar nuestros servicios a ese avance tecnológico e informacional, de forma que sigan siendo útiles y los demandados por la sociedad.

 

Los servicios prestados a la comunidad educativa también han evolucionado. ¿Cuál ha sido el avance más significativo o el servicio que más ha cambiado en la BUCA y en general?

No podríamos destacar un servicio como más significativo. En general se han ido creando nuevos, según las necesidades de nuestros profesores y alumnos, al mismo tiempo que los tradicionales se han adaptado a la nueva realidad. Entre los primeros pueden destacarse los de apoyo a la investigación, como es nuestra Unidad de Bibliometría y, entre los segundos, podríamos mencionar, algunos tan “tradicionales” como es el catálogo, o las propias instalaciones, que se han visto mejorados tanto por sus propios diseños, como por el desarrollo de aplicaciones tecnológicas que optimizan su uso.

 

¿Qué servicio es el más demandado entre profesores, investigadores y alumnos? ¿El acceso a los recursos y la biblioteca digital?

Depende del perfil de cada uno de ellos. El confinamiento por el estado de alarma nos ha dado prueba de ello.  Las bibliotecas han tenido que cerrar sus puertas o abrirlas con limitación de aforo y esto ha puesto de manifiesto la predilección de los alumnos por estudiar en la biblioteca. Por otro lado, en las encuestas de satisfacción valoran altamente unas buenas instalaciones con salas de trabajo, espacios de aprendizaje,… para poder estudiar individualmente, pero también para realizar trabajos en grupo u otras actividades que su formación requiera.

Respecto a los profesores e investigadores, demandan el acceso a los recursos electrónicos y la biblioteca digital en gran medida para realizar su labor investigadora y también para su docencia.

 

Apostáis por el software libre. ¿Por qué la elección de Koha, como sistema de gestión? ¿Qué elementos o funcionalidades destacarías?

La Universidad de Cádiz viene apostando desde hace años por la implementación del software libre. La biblioteca, por tanto alineada con esta estrategia, llegado el momento de elección de un nuevo ILS, opta por el software libre. Es así que, tras un análisis exhaustivo, se elige Koha como sistema de gestión.

Con el conocimiento que tenemos en la gestión del software propietario, sin duda, destacamos la flexibilidad y autonomía que ofrece el software libre. El cambio que apreciamos entre uno y otro fue muy impactante, ya que ahora vemos que realmente somos los “propietarios” del sistema, y que podemos  adaptarlo a los procedimientos de trabajo y a las necesidades de nuestros usuarios.

No vamos a enumerar las múltiples funcionalidad que ofrece Koha, y que no son distintas a las de otros ILS que están en el mercado, pero si quisiéramos destacar su flexibilidad de parametrización y su arquitectura abierta que hace realidad la interoperabilidad entre sistemas.

 

¿Cómo se podría potenciar la relación con la comunidad?

La comunidad de usuarios de Koha es una red dinámica, capaz de realizar desarrollos del sistema al mismo tiempo que avanza la tecnología y las necesidades de los usuarios, y muy bien organizada con celebraciones de encuentros y congresos en torno al software libre, tanto internacionales como nacionales, de hecho el último celebrado en España fue en la Universidad de Cádiz en 2019. Partiendo de este entorno, vemos necesaria una mayor interacción entre las bibliotecas y las empresas de soporte para alcanzar acuerdos según los cuales todos los avances que se realicen sirvan para mejorar el producto a nivel de la comunidad y no de forma individualizada evitando correr el riesgo de crear sistemas paralelos.

 

En relación al catálogo digital, ¿Cómo ha evolucionado ¿Podrán convivir como hasta ahora el catálogo físico y el digital?

Desde nuestra experiencia, actualmente puede convivir catálogo físico y virtual, sin menoscabar la accesibilidad y el uso por parte del usuario.

Aunque se pueda entender que nuestra opinión difiere de la que en los últimos años se está haciendo más popular, y que apuesta por la sustitución de los ILS por las LSP, creemos que esta no es la opción de futuro. Desde nuestro punto de vista, el objetivo no debe ir tanto en esta línea como en fomentar y hacer posible realmente la interoperabilidad entre sistemas diferentes y especializados en las distintas tareas y servicios que se llevan a cabo en las bibliotecas. Esa debe ser la meta desde el punto de vista tecnológico.

 

¿Qué objetivos o proyectos de futuro tiene la BUCA?

Nuestros proyectos de futuro van en la línea de lo expuesto anteriormente, apoyo  a la investigación, impulso a la ciencia abierta, mejora continua de los servicios, etc.

Entre nuestros proyectos a corto plazo se encuentran la apertura de una nueva biblioteca en el Campus de Algeciras, la creación de un Portal de Investigación, la puesta en valor de la Biblioteca Histórica, la integración del catálogo y el préstamo en el Consorcio de Bibliotecas Universitarias Andaluzas o la creación de un espacio virtual para exposiciones.

 

Muchas gracias, Aurora y Leonor, por vuestro tiempo y participación.